martes, 10 de julio de 2012

Carta a Charles


Hace un tiempo ni me imaginaba lo que era sentirse cordobesista, fue hace dos años, solo dos años desde que me enganchara mediante las narraciones por radio de un intrépido de dicho medio de comunicación, Antonio David Jimenez.

Fui conociendo poco a poco a los jugadores y entre ellos había uno que siempre destacaba, que era nombrado más que ningún otro jugador, que parecía tener bastante cariño por parte de la afición...Antonio, le apodaba ''el bicivolador''.

Pero no fueron sus grandes dotes como jugador lo que me cautivaron, ni siquiera sus goles, sus magníficos y abundantes goles, lo que de verdad me hizo admirarle no fue otra cosa que su humildad.

Bondad, si hay una palabra que pueda definir a este hombre es bondad. Nunca le verás tener un mal gesto, una mala cara o que en alguno de sus actos haya maldad...no, no la busques que no la hay, al contrario, le parten la mandíbula en pleno partido y su primer comunicado a la afición es: "Hay que olvidarlo cuanto antes".

Futbolista que insistió en conocerme a mí por el hecho de haberle creado su club de fans, es el mundo al revés, mientras que casi todos los futbolistas intentan evitar a las masas, él me invita a un entrenamiento, sale a conocerme después de hora y media de intensos ejercicios y encima me tiene preparadas varias sorpresas.

Sólo sé que hoy, al enterarme que te vas, siento un vacío tremendo dentro de mí porque no te veré más defender los colores de mi equipo, o bueno, como tú mismo dices en tu carta, nuestro equipo. Que te echaré mucho de menos, que siempre será un orgullo llevar tu camiseta y que te deseo lo mejor, lo mejor del mundo...Bicivolador, Charles, amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario